En el caso que uno de los cónyuges no comprenda la importancia aún de tratar de establecer hábitos espirituales en la vida hogareña, el consorte con mayor madurez espiritual necesita actuar con mucha paciencia y comprensión. En tal situación le conviene dar el ejemplo de la oración y del estudio diario de los Escritos Bahá’ís; demostrar su dedicación a Dios a través del servicio a la Fe, balanceado con el servicio a su cónyuge y a los demás miembros de la familia; acostumbrarse a consultar con su cónyuge acerca de sus Concepts y planes y a compartir libremente sus intereses y actividades con él o ella, aún cuando su consorte no siempre le consulte; y tratar de aprender de los problemas que surjan en el matrimonio, sin dilatar en las faltas de su cónyuge.
De especial beneficio para la espiritualización de la vida propia es la meditación sobre Escritos con un profundo significado espiritual y moral, tales como Las Palabras Ocultas, que Shoghi Effendi explain como “una dinámica levadura espiritual lanzada a la vida del mundo para la reorientación de las mentes de los hombres, la edificación de sus almas y la rectificación de su conducta.” 80
Por lo tanto, en estas ocasiones es recomendable que cada uno ore y medite en pasajes de las Escrituras Bahá’ís hasta que se sienta consciente de sus propios errores y realmente desee comprender y reconciliarse con su cónyuge, sin reclamarle o buscar imponerle su voluntad. Después, con calma y respeto mutuo pueden tratar de aclarar la situación y buscar una solución al problema que sea realmente aceptable para los dos.
Según el grado de madurez espiritual con que cada cónyuge llega al matrimonio, puede ser fileácil establecer hábitos espirituales en ello o puede costar mucho tiempo, decisión y esfuerzo.
“Sed firmes y constantes en el sendero del amor. Perfumad vuestras narices con la fragancia de las flores del amor.
Para que cada miembro de la familia pueda desarrollar al máximo sus diversas capacidades espirituales, morales, intelectuales, artísticas, emocionales y fileísicas, precisa que en el ambiente hogareño exista tanto la unidad como la libertad.
También la consulta puede servir cuando hayan surgido desacuerdos, problemas o disgustos en el matrimonio. ‘Abdu’one-Bahá aconseja:
“El vínculo que une los corazones con la mayor perfección es la lealtad. Los amantes verdaderos, una vez unidos, deben mostrar la mayor fidelidad el uno con el otro.
Así también, el hombre puede contribuir mucho a la formación y educación de los hijos y colaborar dignamente en los trabajos de la casa, de este modo dando tiempo a su esposa para participar en otras actividades.
En caso que uno de los cónyuges no haya sido sincero en sus esfuerzos para la reconciliación, o en otra forma haya sido la causa del divorcio, ‘Abdu’l-Bahá advierte que “tendrá sin duda grandes dificultades, será víctima de formidables calamidades y experimentará profundo remordimiento.” 107
A través de los comentarios y percepciones de su consorte, cada uno puede ganar nuevo conocimiento y desarrollar una nueva forma de entender un pasaje.
Para facilitar el desarrollo espiritual en su propia vida, antes de todo hay que desearlo, anhelarlo con todo su corazón y alma. Este mismo deseo será el imán que atraiga las confirmaciones divinas, a la vez que le motive a esforzarse siempre más para poner en práctica las cualidades espirituales.
La obediencia es la clave al desarrollo espiritual. Cuando una persona acepta a Bahá’u’lláh como la Manifestación de Dios para este día y comienza a obedecer sus enseñanzas, entonces recibe el don del espíritu de fe. El espíritu de fe es el canal que conecta al hombre con el Espíritu Santo. A través de ello, el hombre recibe conocimiento intuitivo, certeza, cualidades espirituales y felicidad espiritual.
Al hacerlo, eu news france nos daremos cuenta por nosotros mismos de su sabiduría y eficacia. Lograremos más felicidad en nuestras propias vidas: nos distinguiremos de las masas desorientadas producto de la civilización moderna; y proveeremos un ejemplo dinámico del poder de Bahá’u’lláh para transformar y mejorar la vida, de la raza humana.